sábado, diciembre 24, 2011

Poema de Navidad

Vení,

tomate un colectivo para brindar con nosotros;

los chicos te esperan sentados en la puertas de sus casas,

como esperabas vos a tus tíos desde la hora de la siesta.

No te quedes solo nunca más.

Los vecinos quieren saber de vos,

dicen que andás perdido,

preguntan si sos el mismo de antes;

es obvio que no, les dije,

nadie es el mismo,

pero ellos responden que no han cambiado

y, pensándolo bien, es cierto,

ellos están siempre igual,

pareciera que no crecen,

sus caras me resultan eternas.

No se puede negar que

sus cuerpos envejecen y tienen arrugas,

pero yo estoy ciega y no puedo ver más

que lo que vi hace varias décadas,

te confieso que ya no sé

qué imagen tiene el día de hoy,

será por ver todos los ayeres progresivamente,

uno por uno sin darme cuenta del paso del tiempo.

Vos, en cambio, que te fuiste,

cuando volvés, podés comparar

una cosa con otra, esto y aquello, antes, ahora, después.

Entiendo que el lugar creció,

ya no es un pueblito donde todos nos conocemos;

pero ellos siguen igual,

mueren tan pendejos como hace cuarenta años,

porque su vida es juntarse en la esquina

y ver a sus hijos reproducir el mismo comportamiento,

y reír,

ver los cohetes iluminando el infinito

—no existe lugar en el mundo

donde tiren más cohetes que acá;

en la terraza del edificio 11

se ven los fuegos artificiales de tres Partidos—

donde vos, jugando al empresario, qué risa,

vendías galaxias en la barra de pibes

¿Te acordás cuando jugábamos a la guerra de las galaxias?

Hicimos un mapa estelar en toda la calle Giribone.

Como si fuera el TEG,

avanzábamos las piedras (naves espaciales)

de un cordón a otro,

entre las zanjas cósmicas,

y vos te calentaste

cuando te sacaron Orión, o Andrómeda,

y terminamos a los cascotazos luchando por el cielo;

y quedaron las estrellas estampadas en la casa de la Maico.

Veniiiií, no seas tonto,

compramos un pan dulce con muchas frutas como a vos te gusta,

el ananá fizz ya está en el freezer para que esté congelado como te gusta;

no sé cómo hacés,

en vez de tomar, masticás las bebidas.

Va a ser una linda noche, está fresquito;

Tus padres te extrañan, vení;

Capaz vienen tus primos, vení;

Tus sobrinos te adoran, vení.

¿Te cuento?

Hicieron un árbol con una rama,

le pusieron pelotas de papel y cinta bebé,

fósforos y velas de cumpleaños,

soldaditos pintados,

caramelos y recortes

de los chistes de los diarios.

Vení, dale, te lo quieren mostrar.

Y si llegás temprano,

por favor pasá por la misa.

Sé que a vos ya no te interesa,

te volviste medio ateo,

pero el cura quiere verte,

él leyó tus cuentos.

Vení a la Iglesia,

pasá a saludar,

que no te cuesta nada,

y que no se te ocurra

decir el chiste tonto

sobre tu última comunión

(la primera comunión).

Vení,

capaz hacemos baile en la calle

como en otras épocas,

cortamos Giribone con camiones,

y bailamos en Orión, Andrómeda,

las piedras y todas las galaxias.

Vení.

1 comentario:

UN BESO dijo...

Está muy bien esta web. Está llena de contenido muy interesante y de actualidad. Me gusta, sigue así de bien. Un beso