viernes, octubre 28, 2005

Voces posteriores

Destellás el límite sentado en la orilla cerca de los rieles y observás los metales en movimiento, antorchás ideas sobre las voces posteriores, sobre el lamento ajeno, de una en particular, el de ella que ahora resplandecés con tu imaginación en la mancha pequeña, vagido suponés que se abrazaría a tu despojo y de este modo conjurarías la angustia, hasta la muerte, y nuevamente entrarían en la casa al final del largo pasillo en la calle Lainez, y sonrisa entre los dos arreglarían los muebles, barrerían el living, a la noche subirían como siempre la escalerita caracol hasta la terraza, donde comieron pan dulce, donde vieron estrellas, donde descubrieron al colibrí entre los árboles, pero campito distante el preámbulo cede y el pasto se marchita detrás de la cortina, se deshace el paisaje que te pegaste y nuevamente surge ante vos la ciudad profunda, indiferente, y ahora escuchás el ruido, nítidás el chapoteo de los rulemanes, te apabulla el tren que puede aplastarte, que puede arrastrarte las tripas durante cientos de metros, y te espantás y das un paso atrás, y otro, y uno más, y qué vas a hacer ahora, decime qué, caído, pálido, decímelo, agrietado, gritás, llorás, la gente te ve, te caés y querés rezar, te arrastrás como un loco sobre la basura, y esto no lo sabe nadie, Juan encadenado, afónico en el patetismo, inventado para el piso, no habrá salida para vos, no habrá gentilezas que te alcancen, sólo años interminables, aferrado al dolor en el estómago, al herpes en el ojo, a la alergia y el edema de glotis, a la erupción, al prurito, a la fobia, al miedo y a la marchitez galopante, que el cuarto negro y chiquito te espera en Boedo, limpiador de inodoros, y allí comerás negrura y comerás silencio y nada te alcanzará, muerto de hambre, y ella no contestará tus llamados y así volverás a la idea junto al balcón y el vacío, pero nuevamente darás un paso atrás, y otro, y uno más, y aunque te martillen la sien te atarás a la pata de la cama como un cobarde.
Hasama, Ilustración + Juan Incardona, La música rota (fragmento).
Un rumor adormece toda marea en mí y a la vez yo te grito sin poderte gritar mientras tanto alguien nos prejuzga sin ninguna razón piedra sobre piedra, nada importa ya. Oh mi amor! yo te choco débilmente bajo un sol de mañana desesperada y me veo partir soy un barco que se hace a la mar y en todo retorno un cambio nacerá. Y en tu nombre yo brindo en la nada vestido de gris en tu nombre me quito las llamas de un cuerpo que fui en tu nombre habrá que seguir y seguir y seguir y seguir pidiendo por siempre un asilo en tu corazón. Sólo amar sólo amar hasta perder la noción y así doblar por esta esquina que confluye hacia el sur que es como un espejo un espejo que marcó las lágrimas de hoy y en todo retorno un cambio nacerá. Y en tu nombre yo brindo en la nada vestido de gris en tu nombre me quito las llamas de un cuerpo que fui en tu nombre habrá que seguir y seguir y seguir y seguir pidiendo por siempre un asilo en tu corazón.
(L.A.S)
La foto del patio --------------------------------------------------------------------------

La foto del patio

Lentamente y con esfuerzo volví a poner los dedos en el enchufe y entonces el nervio radial se conectó en el canal de torsión del húmero y la arteria humeral se puso recalesca como el Carcarañá y se bañaban todos los pantanos y todos los tendones y los vastos externos e internos y el tríceps se puso polimorfo y la cosa seguía y no paraba y la foto se puso cinética y ya parecía una película y el troquín, el troquíter y la misma cabeza humeral se prendieron a la turbina y cada vez faltaba menos y me esforzaba y cerraba los ojos para concentrarme pero todavía no podía moverme aunque la corriente estaba llegando a los cables amarillos gracias a la venas que se abrían otra vez y la cefálica y la basílica se recargaron completamente y los cables amarillos pasaban al naranja y las venas satélites abrieron la válvula y el nervio mediano pasaba al violeta y la marea no se detenía y el musculocutaneo y el branquial anterior y el bíceps y derivaban las funciones y las variables se ponían constantes y explotaban los vectores fuerza y mi brazo por fin despedazaba la foto y se alargaba y la mano se abría y se cerraba y se hundía en la arena del patio y me parece que agarré el camioncito de plástico que me regaló mi papá.
Ampere, Cap. 2 -fragmento-.
disserto pluvial --------------------------------------------------------------------------

martes, octubre 25, 2005

Villa Celina 1 - Los reyes magos peronistas*

Acá (en El remisero absoluto) pueden leer la crónica que escribí sobre una bizarra noche de verano en Villa Celina, cuando, disfrazado de Rey Mago, entré a los poblados que están junto al Mercado Central conduciendo un carro de Botellero.



Villa Celina --------------------------------------------------------------------------

Mínimo

Hola, mi nombre es Máximo. Cuando sea grande, quiero ser como mi tío Rex, que es re pulenta.

Autoimagen 3 - Pantalla del mundo nuevo

Te deseo mucha suerte, ser humano del pasado,
El cambio será fatal, y tu mundo nuevo, usado...
(Riff)
Autoimagen 2 --------------------------------------------------------------------------

domingo, octubre 23, 2005

Rexistencia 9 - A los votantes

A eso de las 2 de la tarde emprendí viaje hacia el sudoeste. Nat. me llevó en su autito blanco.
Bajamos por Rivadavia hasta la General Paz. En Liniers doblamos en dirección al Riachuelo. Ciudadela Sur, Lomas del Mirador, Villa Insuperable, del lado de Capital Mataderos, finalmente los puentes peatonales que unen el Barrio Piedrabuena (Capital) con Villa Madero (Provincia).

Nos metimos en Madero unas diez cuadras. Estacionamos en una callecita de tierra. Caminamos hasta Blanco Encalada y Pico. Allí, la angosta puertita de la escuela donde siempre voté, la EGB 49, era custodiada por dos soldados del Ejército Argentino.

Entramos. El largo pasillo apenas podía transitarse, debido a las mesas y la gente reunida. El estado del colegio era bastante penoso (igual que las veces anteriores).

Muchos chicos, algunos perros, gente tranquila, mate, jugo, sandwiches, charla, sonrisas desdentadas.

Hice la cola y voté sin problemas.

Salimos. Chau Chiche, Cristina, Evita, Perón, a los dos últimos seguro los vuelvo a ver por acá en las próximas elecciones.

Volvimos al auto. Le pedí a Nat, que todavía tenía que votar, si me bancaba media hora más y me llevaba hasta Celina, que estaba tan cerca, que quería, al menos, saludar a mi familia.

Cruzamos la Richieri, cuesta abajo por la Matanza. Cuando en el 83 -le contaba a Nat-, Armendariz le ganó a Herminio Iglesias la Gobernación de Buenos Aires, lo que supuso un triunfo histórico para el radicalismo, en La Matanza, sin embargo, la Intendencia la ganó Russo, candidato justicialista. Acá hay muchos hinchas de Boca, unos cuantos de River, y prácticamente todos son peronistas.

En la casa de mi familia estaba mi viejo. Se reía y la cargaba a mi hermana menor porque nos contaba que, mientras colgaba la ropa en la terraza, la atacaron unos gorriones. Nos divertimos. Es la gripe aviar, dijimos. En fin. ¿Y mamá?

Mi vieja, como en todas las elecciones, hoy fue presidente de Mesa. Esta vez le tocó la 138, anclada en la zona más pobre de Celina, cerca de Las Achiras y el barrio Juan Manuel de Rosas. Esta escuela es muy importante para ella, pues allí enseñó durante más de veinte años. Debido a su personalidad hiperactiva, su capacidad para organizar, su sensibilidad, permanentemente realizó actividades que trascendían lo escolar, visitando casas, organizando el comedor, consiguiendo zapatillas para los chicos. Mi madre, Celina Zaldarriaga (sí, se llama igual que el barrio) es un referente de las escuelas de Villa Celina. En el próximo número de el interpretador, publicaré en aguafuertes un texto sobre ella que se titula "El hijo de la maestra".

Estacionamos en la playa de la escuela, una explanada de viejos baldozones que el pasto adorna en sus costuras, secas del alquitrán de otro tiempo. Me detuve un rato frente al antiguo jardín del colegio, un desorden de yuyos entre escombros. Después nos asomamos atrás del edificio y miramos el barrio humilde que crece hacia el fondo del Mercado Central. Nat, chica de Nuñez, observaba todo, muy seria.
-Viste, esto es otro país, a 20 cuadras de la General Paz. Suena trillado, pero es cierto.

Los barrios de la periferia, de fábricas abandonadas, de galpones repletos de ratas y cucarachas, de casitas de ladrillos huecos sin reboque o simplemente de chapa, de zanjas de agua turbia e inmundo hedor, de gente viviendo en condiciones miserables, de perros famélicos, de basurales pestilentes, de nenitos con ojos grandes por el hambre y brillosa mirada por la tristeza, de sonrisas quietas, representadas sin expresión, de muertos, sin matices, sin labios, estaban ante mí una vez más. Me fui hace siete años. A veces vuelvo, como hoy, y mi vieja sigue ahí laburando, y mi hermana sigue ahí caminando, a veces los barrios de la desidia insisten, como hoy, en abrazarme.

Entramos a la escuela. En la puerta custodiaban dos gendarmes y un viejo perro en estado lamentable.

El edificio estaba mejor de lo que esperaba. Al patio lo habían pintado; los pisos fueron emparchados. Antes de entrar pensé que el lugar me iba a parecer más chico de lo que recordaba. Sin embargo, me resultaba muchísimo más grande.

Había bastante silencio, aunque me parecía escuchar de fondo -estoy seguro-, rompiendo la veda con sus inconfundibles acordes, la marcha peronista en su versión tradicional (cantada por Hugo del Carril). Qué raro, quizás sonaba en alguna casa vecina, no sé. En fin. El patio estaba bastante poblado. Vení, allá está mi mamá.

Mi vieja es un personaje. A los fiscales los tiene cagando. Es una obsesiva. Me enteré que tuvo que ir al baño y que se llevó la urna con ella, porque no confiaba en nadie. Nos morimos de la risa.

Estaba feliz por vernos. Me presentó a todo el mundo: "Este es mi hijo mayor".

Después de un rato, nos despedimos.
Nos subimos al autito blanco. Simultáneamente, a la playa de estacionamiento, arribaba un micro escolar repleto de gente cargada por algún puntero duhaldista o kirchnerista.
Arrancamos. Nos metimos por las callecitas hasta que al fin salimos a la General Paz, ésta vez en dirección a Nuñez.
Ya en la Capital, una hora después, sentado en la pared sobre la calle empedrada de la escuela donde Nat. estaba votando, frente a los jardines colgantes de los duplex, tomé sol y sombra debajo de un cielo más indeciso que el del mediodía, mientras oía una conversación acerca de regatas entre un hombre -impecablemente uniformado- de La Armada y dos ciudadanos cincuentones jocosos, distendidos.
Finalmente, Nat. salió y nos volvimos. Otra vez, la General Paz.
Rexistencia 8 ------------------------------------------------------------

viernes, octubre 21, 2005

Ayax, perro acuático

"Nadie salvo Ayax puede vencer a Ayax"
Ovidio, Metamorfosis, Libro XIII.

miércoles, octubre 19, 2005

Rexistencia 8 - Mi chica ya no está colgada*

Toco la viola desde niñito. El primer tema que aprendí, allá por cuarto grado, fue "La vestido celeste", una canción pegadiza y simple, sólo dos acordes: Lam y Mi7.

La vestido celeste todos la llaman
y para ella va mi canción...

Tuve guitarras muy queridas: "Malena", "Gricel", "La embalada", etc..., todas chicas muy callejeras y bien predispuestas para el blues y al rock and roll en la vereda. Cuando cumplí los veinte empecé a estudiar en Escuelas Populares de Música. Después vino el Conservatorio Manuel de Falla. En esa época me compré una chica de concierto, de papá Luthier, bastante aristocrática y con voz refinada, capaz de llevar a cabo armónicos sofisticados y silbar como ruiseñor arrastres en valsesitos y hasta en milongas camperas. Era una chica de departamento, muy protegida por su familia, rodeada sólo de gente íntima y dispuesta a tocar solamente con instrumentos dignos de ella: chelos, flautas traversas, violines.

A pesar de nuestra diferencia de clase, nos enamoramos desde el primer momento. Cuando la agarré de la cintura aquella tarde -la primera-, la panza de la nena hizo un sonido, una vibración, como hacen las guitaras cuando las levantás contra el viento. Sí señor, esa chica me estaba tirando toda la onda. Y yo también gustaba de ella, tan linda, tan lustrosa con su palisandro, tan morocha en su diapasón de ébano, tan coqueta con sus trastes de alpaca.

Tuve que romper el chanchito y juntar monedas de acá y de allá hasta que, finalmente, junté lo necesario para pagarle los tributos a sus padres.

Hace casi diez años que estamos casados. Cuando la desposé era virgen y muy tímida, pero después de tantos años y tantos viajes, mochilas y campamentos, ahora es bastante putita. Ya no curte tanto el adagio, el andante y el alegretto; ahora le cabe el rock, le cabe el tango. Es claro, mi compañía fue corruptora para ella: a los violines, a los chelos y a todos esos pitucos que frecuentaba no los ve más, y ni siquiera parece extrañarlos. Ahora se la ve muy cachonda con nuestro amigo el paria Blues Harp, el desdentado.

Sin embargo, debo confesar un pecado. En los últimos tres años, por dedicarme tan fervientemente a la literatura, la tuve bastante abandonada y colgada en el ropero. No hablaba con ella, ni siquiera la miraba, no le cambiaba las cuerdas, no le pasaba la franela por la espalda, nada.

Hace poco la vi, junto a unas cajas, tan triste, con la cabeza baja, sollozante. El corazón se me detuvo. ¿Cómo fui capaz? No le dije nada. Fui a mi pieza, agarré guita y salí del departamento. Caminé rapidito hasta Rivadavia y allí le pregunté a un canillita si conocía alguna casa de música que estuviera cerca.

-Acá la vuelta, frente a la plaza.

Le compré el juego de cuerdas más caro y una batería de 9 volts para el afinador.

Volví a mi casa corriendo -perdoname nena, perdón, perdón, soy un imbécil-.

Desde hace un mes que nuestra relación volvió a ser como antes. Ella está feliz. Y yo también.

Vení, nena, toquemos algo para los pibes.

*La guitarra en el ropero ya no está colgada, ya no está colgada, y si te copás al vuelo no te digo nada, no te digo nada, porque atravesás un tiempo de guitarra...
P y P.


Rexistencia 7 ------------------------------------------------------------

martes, octubre 18, 2005

Peronismo 1 - Cánticos y consignas de los ´70




"¡Lanusse marmota, Perón va a regresar cuando le canten las pelotas!" (cántico de 1972, luego que Lanusse declarara que Perón no regresaba porque "no le daba el cuero")
"A las urnas o a las armas" (consigna política previo al llamado a elecciones de 1973)
"Luche y vuelve" (consigna política, previo a 1972, en referencia a Perón)
"¡Illia gorilón, rajá de la rosada que es la casa de Peron!"
"Cámpora al gobierno, Perón al poder" (consigna política de 1973, en referencia a las elecciones del 11 de marzo)
"¡Se van, se van, y nunca volverán!" (1973, hacia los militares, reiterado en 1982-1983)
"Ni golpe ni elección, insurrección (consigna de un sector de la izquierda previo a las elecciones de 1973)
"Ni golpe ni elección, revolución" (variación de la anterior)
"¡Peronistas de derecha, peronistas de izquierda, lo que no son peronistas que se vayan a la mierda!" (cántico de 1973, como un intento de la izquierda peronista de evitar la confrontación con sectores de la derecha peronista)"
¡San Martín, Rosas, Perón, un solo corazón!" (idem anterior)
"Recibí carta de Juan que escribió desde Madrid, preguntó por su gorrito, por su motoneta gris" (1972, canción popular)

"¡Sin corpiño y sin calzón somos todas de Perón!" (de sectores de la Rama Femenina en los '50, reiterada en los '70)
"La ilegalidad se la meten el el culo" (1974, pintada callejera luego de la declaración de ilegalidad de la organización Montoneros)
"¡Si Evita viviera sería montonera!"
"¡Fusiles, machetes, por otro diecisiete!"
"¡Aquí están, estos son, los soldados de Perón!" (cántico de 1973)
"¡Qué lindo, qué lindo, qué lindo que va a ser, un hospital de niños, el yératon hotel!"
"La sangre derramada jamás será negociada!" (1972, después de Trelew)
"¡Ya van a ver, ya van a ver, cuando venguemos los muertos de Trelew!" (idem anterior)
"¡Los mártires caídos nunca tendrán olvido!" (idem anterior)
"¡Duro, duro, duro, la ilegalidad se la meten en el culo!" (1974, cántico de Montoneros)
"A un guerrillero no se lo llora, se lo reemplaza" (1974, pintada callejera)
"¡Las bolas del general son tesoro nacional!" (cántico de 1973)
"¡Cinco por uno, no va a quedar ninguno!" (1973, en referencia a un antiguo discurso de Perón, donde exhortaba "por uno de los nuestros que caiga caerán cinco de ellos"
"¡Con los güesos de Aramburu vamo' a hacer una escalera, para que baje del cielo nuestra Evita montonera!" (1973)
"¡Paredón, paredón, a todos los traidores que vendieron la Nación!" (elecciones 1973)

"¡Atención, atención, los gorilas tienen miedo, tienen miedo al paredón"! (variación de la anterior)
"¡Perón coraje, al brujo dale raje!" (cántico de 1973)
"¡Suenen los pitos, suenen los bombos, saquen al brujo o se arma quilombo!" (1974)
¡Qué pasa, qué pasa, qué pasa general, que está lleno de gorilas el gobierno popular!" (1973)
"¡Montoneros, montoneros, son soldados de Perón, los gorilas tienen miedo, tienen miedo al paredón!" (1973)
"¡Far y montoneros son nuestros compañeros!" (1973, ámbito universitario)
"¡Rucci, traidor, a vos te va a pasar lo que le pasó a Vandor! (antes de su muerte)
¡Rucci, traidor, saludos a Vandor! (después de su muerte)
"¡Brujo cobarde, la concha de tu madre!" (a López Rega)
"¡La juventud peronista sale a la calle y pelea, y si encuentra algún gorila si no lo caga lo mea!" (1973)
"¡Conformes general, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar!" (acto 1º de mayo de 1974)
"¡Somos unos boludos, votamos una muerta, una puta y un cornudo!" (1974)
"¡Ya van a ver, ya van a ver, cuando venguemos los muertos de Trelew!" (1973)
¡Perón, Evita, la Patria socialista! (de la izquierda peronista)
"¡Perón, Evita, la patria peronista!" (de la derecha peronista)
"Yo te daré, te daré Patria hermosa, te daré una cosa, una cosa que empieza con P, ¡Perón!"
"¡Ayer fue la resistencia,
hoy Montoneros y FAR,
y mañana el pueblo entero
en la lucha popular!"
(estrofa agregada a la Marcha Peronista)
"¡Ayer fue la resistencia,
hoy Montoneros y FAR,
con Perón yendo a la guerra,
a la guerra popular!"
(variación de la anterior)
"¡Vamos a Ezeiza, vamos compañero, a recibir a un viejo montonero!" (20 de junio de 1973)
Argentina, hay quien te ama y hay quien te USA (de un póster de 1972)
"¡Tacuaras, fusiles, son unos perejiles!" (de la derecha peronista hacia la izquierda peronista)
"¡Ni yanquis ni marxistas, peronistas!" (cántico de la derecha peronista)
"¡San Martín, Rosas, Perón, tercera posición!" (idem anterior)
"Haga Patria, mate un guerrillero" (volante arrojado en el microcentro en 1974, firmado por la Alianza Anticomunista Argentina, más conocida como Triple A)
"¡Vamos a hacer la patria peronista, la vamo' a hacer montonera y socialista!" (1973)
"¡No rompan más las bolas, Evita hay una sola!" (1973)
"¡No rompan más las bolas, Patria hay una sola!" (de la derecha peronista)
¡La vida por Perón, la vida por Perón!" (1973, desde distintos sectores peronistas)
"¡Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical!" (1973)
"¡Putos en calzoncillo, los vamos a pasar a degüello y a cuchillo!" (de la derecha peronista hacia la izquierda peronista)
Atención, atención, en el gobierno hay un traidor y se llama Juan Perón (1974)
¡Juventud presente, Perón, Perón o muerte!" (1973, del ámbito universitario)
"Luche y se van" (consigna política posterior a 1976)
"¡CNU, CDO, la puta que te parió!" (1973 - De la Juventud Universitaria Peronista, en referencia a las organizaciones de derecha peronistas Comando Nacional Universitario y Comando de Organización)
"A la pelotita, a la pelotita, que Perón está cerquita" (1973)
"CAMPORA AL GOBIERNO, PERON AL PODER , VOTAR POR EL CHIVO ES NUESTRO DEBER" (se cantaba en la Provincia de Chubut antes de las elecciones del '73, el candidato a gobernador era el "CHIVO" FERNANDEZ)

"Sin justicia social no habrá paz para nadie" (consigna posterior al golpe del 76)
Con Cámpora y Solano ganamos por afano" (pintada que aún existe (2004) en un puente ferroviario en la localidad de Pareda, Gualeguaychú, Entre Ríos)

"¡Generales, generales, generales de cartón, generales son los nuestros, San Martín, Rosas, Perón!"
"Compañeros hoy vamos a darles duro a los putos montoneros"
"Abajo las botas, Trelew tiene pelotas" (1972, después de la masacre de Trelew)
Fuente: elortiba.org
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"Duro duro duro, estos son los Montoneros que mataron a Aramburu"
"No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros"
Fuente: Martín Caparrós, Eduardo Anguita, La Voluntad (gracias Santiago)
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Peronismo ------------------------------------------------------------

Florida - Boedo

Acá una pintoresca crónica acerca del primer match -donde no participé por motivos laborales-.
Con la fina ironía que lo caracteriza, el capitán de los pitucos de Florida hace gala de un triunfalismo al que le pronostico corta vida, porque este jueves será la revancha, y ahora sí, compañeros, convocado especialmente por un sector del boedismo clásico, se hace presente, con su calidad -intacta- amasada en los potreros del sudoeste, con su experiencia forjada al calor de ardorosas batallas futbolísticas en Lugano, con su pegada que hizo escuela en las canchas del barrio Piedrabuena, con su gambeta desequilibrante que tanto lució en la Liga de Flores, quien suscribe.
Ya está decidido, el jueves me ausentaré del trabajo para ser de esta partida, de este trámite.
Además, coparemos las tribunas. Los muchachos de Villa Celina ya tienen listos los trapos y los bombos y, por supuesto, las cadenas y los fierros.
Florida chamuya mucho. Vamos a ver, los quiero conocer adentro del campo a estos Pichibirlos, a estos Sushetas, que los pingos se ven en la cancha.

lunes, octubre 17, 2005

Peronismo - 17 de octubre









Diarios Vespertinos del 17 de octubre de 1945 (Salieron a las 18 hs.)

La Época
"Una marcha de la Verdad"

Noticias Gráficas

"Agitada reunión frente a la Casa de Gobierno"

La Razón

"Numerosos grupos, en abierta rebeldía, paralizaron en la Zona Sur los transportes y obligaron a cerrar las fábricas, uniéndose luego en manifestaciones hacia la Capital".

Crítica

"Grupos aislados que no representan el auténtico proletariado argentino tratan de intimidar a la población"
Fotografiaba a 8 o 10 desocupados que, con aire aburrido, marchaban por la Av. De Mayo: "He aquí una de las columnas que desde esta mañana se pasean por la ciudad en actividad revolucionaria. Aparte de otros pequeños desmanes, sólo cometieron atentados contra el buen gusto y contra la estética ciudadana afeada por su presencia en nuestras calles. El pueblo los vio pasar, primero, un poco sorprendido, y luego, con glacial indiferencia."

***

Cantos

"Sin galera y sin bastón/ los muchachos de Perón!"

"Aquí están,/ estos son/ los muchachos de Perón!"

"¿Si esto no es el Pueblo, el Pueblo dónde está?

***

"¡Fusiles, machetes, por otro diecisiete!"

***

Consignas

"Patria sí, Colonia no!"

"La Argentina, para los argentinos"

Acerca del 17 de Octubre

Raúl Scalabrini Ortiz

El sol caía a plomo sobre la Plaza de Mayo, cuando inesperadamente enormes columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente de sus fábricas y talleres. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pringues, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando, unidos en una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún.

Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, la hilandera y el empleado de comercio. Era el subsuelo de la patria sublevado".

***

José María Rosa, Historia Argentina, Tomo 13, Pág. 190 – 191.

"Es un carnaval!", lo define alguno ante las protestas de Marechal, para quien la Patria se debía amar en esas caras concretas y no en figuras literarias.
"Si fuera un carnaval sería triste, como son nuestros carnavales; pero esto es alegre, es otra cosa", corregirá Jauretche.
¿Quién lo habrá organizado? ¿Evita, Mercante, el Capitán Russo, la CGT...?, preguntó otro. "Sólo un genio pudo haberlo hecho, por eso creo que no lo organizó nadie."

***

"Descamisados", los llamó Américo Ghioldi".

***

Por Leopoldo Marechal

Al 17 de octubre

Era el pueblo de Mayo quien sufría,
no ya el rigor de un odio forastero,
sino la vergonzosa tiranía
del olvido, la incuria y el dinero.

El mismo pueblo que ganara un día
su libertad al filo del acero
tanteaba el porvenir, y en su agonía
le hablaban sólo el Río y el Pampero.

De pronto alzó la frente y se hizo rayo
(¡era en Octubre y parecía Mayo!),
y conquistó sus nuevas primaveras.

El mismo pueblo fue y otra victoria.
Y, como ayer, enamoró a la Gloria,
¡y Juan y Eva Perón fueron banderas!

***

El primer mártir peronista.

A la una de la mañana, cuando terminó la concentración en la Plaza de Mayo, un grupo de jóvenes manifestantes marchó en dirección al edificio del diario Crítica, en Avenida de Mayo 1333. El periódico dirigido por Natalio Botana había asegurado esa tarde que Perón era un "mito fascista". Además, había publicado en primera plana una fotografía de cinco personas que cruzaban la avenida 9 de Julio: "Estas son las huestes del coronel Perón", decía el grueso título. La foto, tomada en la mañana temprano desde la terraza de un edificio de varios pisos, intentaba transmitir la imagen de una avenida vacía en la que apenas se veía un minúsculo grupo de personas.

Los muchachos peronistas, exaltados, lanzaron piedras y rompieron los vidrios de las ventanas. Desde la terraza, los pistoleros de Botana dispararon sus revólveres. Parapetados detrás de automóviles estacionados y árboles, algunos militantes de la Alianza Libertadora Nacionalista respondieron al fuego. El tiroteo fue infernal y duró hasta las tres de la mañana. Cuando todo terminó, quedaban 50 heridos en la calle.

Uno de ellos había recibido un balazo en la cabeza y murió poco después. Se llamaba Darwin Passaponti y tenía 17 años. Había nacido el primero de noviembre de 1927 y le faltaban dos semanas para adquirir la mayoría de edad. Estudiaba en el Colegio Normal Mariano Acosta y militaba en la Alianza Libertadora Nacionalista. Su padres eran farmacéuticos: ella, una ferviente católica nacida en Entre Ríos; él, un anarquista oriundo de Santa Fe, que escribía obras de teatro.

Bonus Track

Agradable el tercer encuentro de el interpretador.
Y me encantó el Bonus Track -primera vez que lo hicimos-.
Media hora después de culminado el evento "oficial" con la lista programada de lectores, abrimos el micrófono para el que tuviera ganas de leer.
Un clima muy copado y más íntimo y más fresco que el otro se estiraba y se estiraba y cada vez menos gente pero se estiraba y ya teníamos el cerebro quemado pero seguíamos leyendo y escuchando y éramos menos y pocos pero se estiraba y seguíamos algo así como seguir jugando en el potrero aunque no das más, aunque ya está oscuro, aunque te pican los mosquitos.

jueves, octubre 13, 2005

Temporal - "Pity" en El remisero absoluto

Hace unos años en la escuela quería progresar, pero progresar era comer, dormir y trabajar. Qué sistema de mierda y cómo te puede cambiar. Algunos quieren todo el oro, yo sólo quiero vagar con vos, yo sólo quiero vagar con vos. Y ser una Vieja Loca que rueda por las calles, siempre saber dónde ir para encontrar rock and roll.
Viejas Locas, Hermanos de sangre.

Me bajaba del 143 en la parada de Yupanqui, en Lugano, cruzaba el angosto puente peatonal sobre la Richieri, atravesaba las cuadras y los galpones de CAMEA y finalmente llegaba al largo paredón del colegio secundario donde estudiaba, el Industrial Don Orione, en el Barrio Piedrabuena.
Allí tuve muchos buenos amigos, y uno de ellos fue Christian Álvarez, ya conocido como Pity, con quien compartí la misma División hasta que lo expulsaron, un mes de diciembre, cuando finalizábamos cuarto año.
Sigue Acá.

lunes, octubre 10, 2005

Rexistencia 7 - Un perro como yo*


Poquito a poquito me estoy reponiendo del interpretado número 19.

Ayer domingo volví, después de mucho tiempo (sin contar los días de la primavera), a Plaza Francia para vender objetos maravillosos. La pasé muy bien. Estuve relajado, casi paseando, nada que ver con la alienación que me produce la noche palermitana. Además, el día era perfecto. Todo, todo sumaba para mi buen humor: el sol, los espectáculos callejeros, la buena predisposición de las clientas. Es notable la importancia que tiene el ánimo del vendedor en el resultado de la venta. Amasé grandes fortunas sin esfuerzo y hasta enamoré a algunas adolescentes coquetas que, impresionadas por la aceitadísima manipulación de adjetivos que soy capaz de practicar en estas situaciones, se animaban descaradamente a seducirme. No es posible contar aquí si pude o no reprimir mis respuestas ante los juveniles estímulos. Por si acaso, advierto: soy un hombre inmoral, no creo en la fidelidad en la pareja ni en las diferencias de edad, entre otras cosas.

Hoy -otro día peronista- llevé a mi perro Ayax el acuático a los bosques de Palermo. Imposible, era la Bristol. Así que hubo cambio de planes y la ruta sigue, sigue, a dónde nos llevará? A ver, metete en Ciudad Universitaria. Buena elección. Detrás de los pabellones, retazos de naturaleza salvaje perduran indiferentes a la gran ciudad que los acosa, aún a las máquinas excavadoras que, a menos de doscientos metros, revuelven la tierra para la construcción de vaya a saber qué cosa.
A ese lugar no pudimos acceder, porque un hombre de seguridad nos lo impidió. "Por acá no se puede, esto es privado". En fin, nos dirijimos a la parte de atrás del Pabellón 3 (Te acordás CBC?). Bajamos una rampa y Ayax, eufórico, se lanzó sin dudarlo a una especie de laguna super podrida, con agua negra, con máculas aceitosas, con hepatitis, con infecciones. Muy contento Ayax empezó a chapotear primero, a dar cases de natación después. Los pájaros huyeron rápidamente. La poca gente que rondaba no. Al contrario, se acercaron a la explanada sobre la orilla para ver el espectáculo de Ayax, amo y señor de la laguna tóxica.
Como no quería salir, tuve que meterme en el ácido y sacarlo del cogote. Ambos terminamos empetrolados y para la foto de Greenpeace.
Finalmente volvimos a casa, en el barrio de Flores, y allí nos manguerearon, con excesiva vehemencia, en nuestro pequeño patio, vociferando maldiciones y puteadas.
La mugre se fue por la rejilla lentamente y nosotros volvimos a ser nosotros en todo su esplendor.
*Quién dijo que siempre habremos de esperar
para que nos saquen un poco a pasear.
Hoy aquí desde mi cucha, bajo un cielo igual,
estoy esperando el año de mi fuga total.
Y ese día sé que voy a poder cantarle al sol,
meando en mi cadena.
O estaré siempre aquí,
y aquí moriré, oyendo a mi amigo,
oyendo a mi amigo que dice:
Tira, tira, tira, hermano perro.
Hubo alguna vez un perro como yo
que quiso subir el último escalón.
Quién va a ser el que me atrape
cuando me eche a correr
mientras tenga espacio libre no me entregaré...
A
Rexistencia 6 ------------------------------------------------------------

viernes, octubre 07, 2005

el interpretador-número 19:octubre 2005

















ensayos/artículos

Traducir, interpretar, escribir, por Margarita Martínez.

Rodolfo Edwards: Poesía en tierra, por Elsa Drucaroff.

Nac & Pop, por Gabriel Yeannoteguy.

¿Libros para menopáusicas o Revolución en las letras?, por Javier Garvich Rebatta


Nicolás Olivari

Vigencia de los clásicos (o no tanto), por C. Rabadejo.

Alteraciones formales y temáticas en la poesía de Nicolás Olivari, por Juan Pablo Lafosse.

Mujer, muerte y ciudad en Nicolás Olivari, por Alejandro Farías (publicado en el interpretador, número 2: mayo 2004).


reseñas

Un aporte para pensar el pasado y el presente(Acerca de Política y/o violencia. Una aproximación a la guerrilla de los años 70 de Pilar Calveiro), por Mariano Andrade.

Acerca de Plop de Rafael Pinedo, por Juan Marcos Leotta.

Acerca de Sidonie Csillag. La "joven homosexual" de Freud de Inés Rieder y Diana Voigt, por Sebastián Cariola+ Sigmund Freud, Sobre la Psicogénesis de un caso de Homosexualidad femenina (1920).

MSN
Diálogos con Alejandro López, por Elsa Kalish y Sebastián Hernaiz.


columnas mensuales

Las chicas de Letras se masturban así XI, por Elsa Kalish

Nazismo bizarro
El extraño viaje de Rudolff Hess, por Juan Terranova.

Séxodo
El recurso infiel, por Tatiana Goransky.

cine
Perlas en el Fango -cine por cable en Argentina-(octubre 2005), por Hernán Sassi.

teatro
Recordando el festival, por María Bayer.


narrativa

Paula Peyseré - La pelota, el carro, la planchita

Sebastián Hernaiz - La casita

Pablo Nicotera - Confesiones de un asesinato

anticipo
Diego Tatián - Dos relatos pertenecientes a Babuino

Travestismo Trash -2-
Naty Menstrual - Mamá era mala

folletín
Juan Diego Incardona - Ampere -11-


poesía

Rodolfo Edwards - Poemas

Maxi Franco - Dos poemas

Inés de Mendonça - Bolicheando

Gastón Mazieres - Poemas


artes visuales

Vanguardia
Presentación de la serie
Carlos Barbarito - La angustiosa aventura de las vanguardias

The Blind Man
The Blind Man, No. 2Editada por Marcel Duchamp. Mayo, 1917.

Odd Nerdrum
Mori Ponsowy - Odd Nerdrum: "Soy el héroe de mi propia vida"

imagen
Andrei Volpintesta - Galería + Entrevista

Colectivo
Intervención del Hotel Bolívar (Espacio Bolivia y Camarones) II - Inauguración

historieta
Guillermo Lizarzuay (dibujos) y Alejandro Farías (guión) - Velorio del solo


aguafuertes

En las entrañas del monstruo (Impresiones de Viaje), por Pablo Martínez Gramuglia.

Natura, por Martín Yuchak.

Fragmentos de una confusión Usted va a clase y piensa cosas, por Usted.

La gargantilla, por Juan Diego Incardona.



http://www.elinterpretador.net

jueves, octubre 06, 2005

El 80*

Dicen que mi barrio se zarpa de jevi, eh!, y a mí me agarra la melancolía inversa y la macrófila, taana tataaata taana tataaata ahí van los maachos paara cooonsumaar una hermoosa dootacioón viitaaal, superlooógico, la gilada siempre habla porque le gusta la sanata y nunca falta un poligriyo que repite el chamuyo en el diario, en la radio, en la tevé, que Celina está lleno de hampones, que los taxistas no te llevan, que el raterío te caretea en cada esquina, que a un guacho le hicieron las zapatillas y después le volaron el coco, que mataron a un remisero en Sarmiento con un destornillador, que un violín le metió no sé qué cosa en el ojete a una minita en la General Paz, que se pudrió todo en los boliblocks de Lugano, que se agarraron a piñas después de un partido en Urquiza y que a dos les comieron la jeta y les cobraron todo el viaje, que a un oligarca lo dejaron en pelotas y lo cagaron a palos para que tenga en la 2 de abril, ¡pero se mandan cualquiera, loco! ¡Tan policías son, tan policías!, te ponen cartel de chorro y te quieren tirar el fuerte abajo, pero yo te puedo batir la posta porque aunque me agarre la polimorfa y me haya quedado pegado, nadie puede dudar que Celina es la tierra de toda mi vida y que ahí crecí con los guachos y los mosquitos y entonces sé de que hablo cuando te hablo y escuchame si te cabe la verdad, no te ortibés y prestame atención, no es que sea engrupido ni me la crea, cantando sin descanso van a devorar te juro por mi vieja que éste es el paraíso, Villa Celina, el barrio más flashero, pero a nosotros nos persiguen, sí señor, nos persiguen. Te cuento una.

Primavera, día de semana, 5 de la tarde, tirado en mi pieza con el higo, la batata y la guitarra me moría de embole, así que agarré todo y me rajé, bajé la gleba y fui a ver si ya estaban parando los fumancheros de Barros Pasos y Giribone, y el rostro se comienza a afiebrar descubro, epicarpo escucho, dicogama me agarra, Gusano, Luis, Cocorocó y los Escobitas tirados en la vereda jugando a la nada con los ravioles y los porros, pero pará un poquito, fiestero, grupero, borracho, falopero, pelá la viola y el cancionero y empecemos el fogón para los pibes, PARA LOS PIBES, me repitió Gusano, poniéndose de pie. Cómo no, le contesté.

Empezamos a cantar Mucha tropa riendo en las calles con sus muecas rotas cromadas y al toque aparecen Ricky (primer baterista de Villanos) y Edu (bajista de Viejo Smocking, La guirnalda de Afrodita y Pachuco chicano) que habían escuchado los acordes desde sus casas y nos dicen que ahora vienen, que van a buscar a Tuta (guitarrista de Viejo Smocking y La guirnalda) y los instrumentos. Mientras tanto, nosotros seguimos con la festichola íntima, mechando blues, rockanroll y alguna milonga, pero nos quieren barrer, nos quieren correr, y aparece la lancha con los cascos azules y nos relojean y uno nos dice pórtense bien, porque sino ya saben, y cómo no, cómo no, señor oficial, vaya tranquilo, le responde Gusano, y justamente caen Ricky, Edu y Tuta y se suman al concierto, y después Damián, Ariel y los pibes de Pocas Nueces, y el efecto dominó es imparable, y llegan Ale con Minesotta, Gabito con Baff, Dios Torrejón con Río Verde (después Callejeros), Pity y el Pollo con Viejas Locas, Santiago y los pibes del Uno, pibes de Perseverancia, el viejo Carlitos, etc., etc., etc., y a eso de las 9 de la noche estaban prácticamente todas las bandas del barrio y una multitud copaba Giribone entre Barros Pasos y Unanué. Un estallido musiquero, imprevisto, en cuatro horas. Tetra, birra, porro, ravioles, intoxicados sólo queríamos cantar y bailar en nuestro pueblito olvidado del sudoeste, puro amor al arte y al barrio, sin hacerle mal a nadie, todos metidos en la chupadora de una noche perfecta y repleta de estrellas.
Iban a traer el camión semi de los turcos Salomón para que las bandas toquen ahí, pero decidimos que la zapada colectiva era mucho mejor, y posta que lo era, una cosa de locos, bastante desafinada pero llena de poder, tirando Mis y Las como si fueran rayos, cerrando la noche con unas SI séptimas que te ponían los pelos de punta, las rollingas agitaban y los pibes se ponían como locos, había guitarras, armónicas, flautas, percusión de todo tipo, hasta un violín trajeron, una exquisitez.

Repiolas en el microquiste con la juventud nos metimos en el tubo musical y seguramente nos pasamos un poco de la raya con el bardo y la mamúa y lejos de hacerla de querusa nuestras estrofas se zarpaban de quilombo, pero qué pecado comete, qué ley infringe, qué piso ensucia quien practica la vida en todo su esplendor, en toda su libertad. Andá a explicárselo a ellos.
En el estaminal coreábamos un clásico nacional cuando un guacho, creo que fue el Chino, empieza a gritar desesperado: ¡El 80! ¡El 80!

Todos sabíamos de qué se trataba y rajemos dijo Remo y cagamos dijo Ramos a corregaser uno doli trili catoli quili quilete número siete que nos cagan a palos. No hubo tiempo de nada. Los coches de la línea 80, que tiene la terminal en Sarmiento, siempre fueron usados por la Yuta de Recondo para las racias. En esta oportunidad, traían dos, escoltados por lanchas, patrulleros y motos. Se pudrió, todos contra la pared.

En el transcurso de mi vida presencié más de un acto de audacia: Tato Cogorno bancando solo al Maristas contra Lugano 1 y 2, Chorza y el Rosarino tocando la viola en el techo de un tren a toda velocidad, Javi nadando en el Riachuelo, y así varias más, pero la que hizo Gusano esa noche fue de película. Como a nosotros, lo tenían contra la pared. Resulta que, cuando lo empiezan a palpar, el chaboncito se retoba, se da vuelta y lo encara al policía; éste se queda perplejo y todavía no atina a nada. Entonces, Gusano, tomando la iniciativa, le dice qué me tocás el culo, mariposón, la reconcha de tu madre. Lo empuja y sale rajando. Varios ratis lo persiguen, pero Gusano, con una acrobacia descomunal, sobre todo teniendo en cuenta su cuerpo de flaco descarnado, salta el paredón de Luis y desaparece. La policía lo dejó, porque no podían entrar a la casa a la vista de todos sin una orden. Nos empezamos a cagar de la risa y ellos nos empezaron a cagar a palos. A mí me dieron un roscaso que me abrió la cabeza y tuvieron que darme cuatro puntos, que me cosieron recién al otro día, cuando nos soltaron. Esa noche, la pasamos en la gayola de Recondo.

Éramos un montón y estábamos hacinados, hechos mierda, a Javy le bajaron un diente, el Chavo se desmayó tres veces, Ricky tenía la cara llena de sangre. Pero igual seguimos con la musiquita y de querusa compusimos entre todos esta canción:

MIM LA7 MIM SI7 LA7 MIM SI7
Hoy debajo de las estrellas los pibes de Celina
Cantan, bailan, agitan vitaminas
Libres, felices en las ruinas
Aunque venga el 80
Aunque venga el 80.


*Publicado originalmente en El remisero absoluto.

martes, octubre 04, 2005

Objetos maravillosos 4 - El Hombre Riñón

por eso yo te circo y tú me infancias
por eso te amarillo y me amarillas
Pedro Mairal
Los primeros objetos maravillosos que mi empresa (llamada Wonderful Objects S.A, luego Ojo al piojo S.A) sacó al mercado no estaban hechos de alpaca, ni de plata, ni de bronce, ni de cobre, etc. Los únicos metales que sabía trabajar en esa época, año 1995, eran los aceros, de diferentes porcentajes de carbono, sobre todo SAE 1045. Este oficio lo aprendí con mi padre matricero y en el Taller del Colegio Industrial donde estudié, en el Barrio Piedrabuena.

Es claro: no podía ir a Plaza Francia a enfrentarme a las multitudes anhelantes con piezas tan pesadas y grotescas como las creaciones que solía trabajar en el torno, en la fresa, en la limadora.
Los primeros objetos maravillosos eran de parsec, esa masilla que muchos habrán visto en forma de duendes o portaencendedores. Lo mío eran los colgantes y la decoración de biromes.

Imaginaba un personaje. Amasaba su cuerpo. Lo pintaba con tinta para cuero (la anilina nunca me dio buenos resultados). Después lo patinaba con alcohol (técnica propia). Le ponía un gancho, un cordón y lo convertía en un colgante afrodisíaco (siempre mis objetos maravillosos fueron afrodisíacos, más allá del material con que estuvieran hechos).

Tenía inclinación por los colgantes exóticos. Aún conservo personajes simpáticos y muy queridos, como "el hombre plancha", "el ladrón", "el pescado rabioso", "el indio tuerto", "cara comercial", "la mujer desenfrenada", "los siameses diabólicos", etc. Quería tanto a estos personajes que, recuerdo, si un cliente me caía mal, no se lo vendía. Le decía que no era digno de él. Después, con el paso del tiempo, ese idealismo fue reemplazado por mi codicia, y bue, le vendí el alma al diablo, en Palermo Hollywood. Pero esa es otra historia.

Volviendo a las figuras de Parsec, sin duda, mi personaje más logrado, el más consumido por las masas (de verdad), mi creación genial, era -miren- "el Hombre Riñón".

Como todos los grandes inventos, también "el hombre..." fue resultado de un accidente:

Me encontraba amasando la cara de un "el ladrón" cuando me llaman por tel. No me acuerdo quién, pero la charla duró un buen rato. Cuando volví a mi mesa de trabajo, descubrí que la cara, que había dejado sobre el borde de la mesa, se había estirado de una de sus mejillas por acción de la gravedad. Ahí se me ocurrió. Le dí un par de vueltas a la larga mejilla. Le arugué un poco la cara. Lo pinté con colores tierra y amarillo, y, para rematarlo, le escribí, con un alfiler, en la parte donde estaría la boca: "Hombre Riñón".

Nos hicimos amigos enseguida.

Quizás, por ser mi creación favorita, es que todos querían comprármelo. Pero limité su entrega sólo a clientes que demostraran merecer esta valiosa pieza.

Hombre riñón, en "Ojo al piojo S. A" no te olvidamos. Por eso, hoy, brindamos por vos.

Salud, Hombre riñón, por los grandes momentos que pasamos juntos.
Objetos maravillosos - 3 --------------------------------------------------------------

Objetos maravillosos 3 - Ojos pintados

"...un delincuente, un náufrago, una persona que no puede enderezar su vida, una persona que cada vez que intenta avanzar, retrocede"
Juan Terranova
A vender anillos ansiosos de abrazar dedos, a vender aros que prefieren balancearse en orejas, a caminar el palermino fui con los ojos pintados de negro.

¿Para qué? ¿Para queeé?

Me molestaron permanentemente con preguntas estúpidas: ¿Te gusta The Cure? ¿Por qué te pintás los ojos?

Cuando la vigésima infradotada me hizo "las preguntas", yo cansado, yo harto, yo extraño a mi perro Ayax el acuático, me dije basta de querimonia, y sin preámbulo saqué la pinza rosario de la oscuridad de mi mochila gótica y se lo clavé a noventa grados en el ojo derecho hasta los cavernosos espacios. Entonces por fin me llegó el alivio y pude ver las luces sibilantes.

Los policías me querían llevar preso, pero los arreglé con un par de aritos y un anillo verde que se llama "Abarajame la jaiva".

Finalmente, regresé a mi casa y le conté todo a Ayax, que no podía creer lo que escuchaba.

Y bue.
Objetos maravillosos - 2 --------------------------------------------------------------

sábado, octubre 01, 2005

Autoimagen 2 - Una espina en el ojo


...cuando me saque esta espina seré libre de verdad, van a ver (VL)
Autoimagen 1 --------------------------------------------------------------------------